SOLO PARA PAREJAS

sábado, 28 de enero de 2012

El Equilibrio entre la Cantidad y la Calidad

Por: Msc. David Jaramillo Burgos
Varias veces he oído a pastores diciendo frases como las siguientes: “Dios no pide números sino calidad”. O, “somos pocos pero somos buenos”; y a otros, exhortando a sus miembros para llegar a ser una mega iglesia bajo una constante presión y supervisión mediante estadísticas. Frente a esta realidad me surge una pregunta: ¿Cuál es el correcto equilibrio entre cantidad y calidad?
Para responder a este cuestionamiento permítanme reflexionar en torno al ministerio del apóstol Pablo quien escribía a los Corintios: “… y además de todo esto, diariamente está sobre mi la ansiedad por la iglesia. ¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿A quién se le hace tropezar, y yo no me indigno?” (2 Co 11.28-29). En estas palabras vemos a un líder que siente un sincero interés por su gente, por aquellos a quienes él ha llevado al conocimiento de la verdad. Para el apóstol no eran simplemente números, sino personas con las cuales él creaba un vínculo relacional que le hacía estar sinceramente interesado en sus necesidades y luchas. Este interés del apóstol le llevó incluso a decir que sufría “dolores de parto” hasta que Cristo fuera formado en ellos (Gá. 4:19). Animándoles, además, a llegar “a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Ef. 4: 13).
No obstante, este interés en las personas, el apóstol Pablo tenía una pasión profunda: “llenarlo todo con el evangelio de Cristo” (Ro. 15:19. El soñaba con que todos los habitantes del imperio tuviesen un encuentro con Jesucristo pues se sentía deudor a todos ellos (Ro. 1:14); por eso predicaba en las casas, en las sinagogas y hasta en el Areópago de Atenas.
Este ejemplo del apóstol Pablo se constituye en un modelo para el pastor de la iglesia celular de hoy: Un líder que sienta verdadero interés por la vida emocional y espiritual de su gente; pero al mismo tiempo, una pasión por llenar toda la tierra de la gloria de Dios hasta que algún día multitudes de toda lengua y nación adoren al Cordero de Dios.
Un pastor con este equilibrio en su vida ministerial es un líder que entiende que los programas son un medio para un fin mucho más importante: la formación de Cristo en la vida de cada uno de los miembros a través del contacto con la gente, y desde allí, alcanzar a las multitudes.
Estimado pastor, enfócate en la gente más allá de las estadísticas. La gente que Dios ama debe ser tu pasión, luego ellos imitarán tu pasión y seguirán la visión. Es por ellos y a través de ellos que alcanzarás una iglesia celular equilibrada que dará gloria a Dios.

viernes, 20 de enero de 2012

UN LUGAR SEGURO

Te has preguntado alguna vez ¿por qué decimos que la Iglesia de la Familia es “tu lugar seguro”?.  Todos necesitamos sentir seguridad, es una necesidad básica que te hace buscar la persona o el espacio donde sabes que estás tranquilo con la confianza de que suceda lo que suceda estarás bien.

Esta seguridad no se fundamenta en tus capacidades, logros o bienes alcanzados; y en nuestro caso, tampoco en la iglesia como tal, menos en las personas que allí se congregan que también buscan esa seguridad.  Se fundamenta únicamente en la persona de Jesucristo, único camino que  nos lleva a una relación segura con Dios.

Cuando llegas a la Iglesia de la Familia sabes que allí encontrarás un mensaje de aceptación, esperanza, restauración y alegría que a través de una relación viva y diaria con el Señor puedes tener.  El centro de nuestra seguridad es que al tener esta relación somos familia de Dios y como él promete en Su palabra nadie podrá arrebatarnos de Su mano; y, que si Él es por nosotros, nadie podrá contra nosotros.

Saber y sentir que somos parte de la familia de Dios, que Él es nuestro Padre, que estamos en sus manos nos hace sentir seguros.

La Palabra: Compustible de las Células


Una de las responsabilidades del líder de célula radica en preparar un estudio bíblico para compartirlo con su grupo cada semana. Muchas veces me han preguntado sobre cómo escoger los temas y quién debería proporcionarlos. Algunos consideran que es bueno hablar sobre el mismo tema de la predicación del domingo; otros, sobre una serie de estudios temáticos; algunos esperan que sea el pastor de la iglesia quien proporcione los estudios; y otros, en cambio, que debe ser el líder de la célula quién los prepare.
Independientemente de esto, y respetando la metodología que cada pastor e iglesia siga, creo que todos estamos de acuerdo en algo: la gente de la célula necesita PALABRA para crecer y dar fruto. La Palabra es el alimento que nos fortalece espiritualmente para enfrentar los ataques del enemigo y los embates del mundo. Por esa misma razón el apóstol Pablo escribía a los colosenses diciendo que “la palabra de Cristo more en abundancia” para enseñarnos y exhortarnos en toda sabiduría. Cuando la gente quiere respuestas y no sabe cómo actuar frente a una situación determinada, la palabra nos enseña con sabiduría divina, de una forma eficaz y perfecta.
Para que esto suceda el líder de célula debe buscar cada mañana del maná que viene de lo alto, primeramente para su vida, y luego para su pueblo. De la misma manera que lo hacía el pueblo de Israel todos los días, excepto el sábado (Ex. 16: 21). Este maná de Dios debe ser fresco, que nutra y; sobre todo, que satisfaga la necesidad de cada oyente.
Estimado pastor o líder, que tu oído sea tan sensible a la voz del Espíritu Santo de Dios, que puedas recibir cada mañana del maná espiritual; entonces, tu enseñanza será con palabra de gracia, poder y autoridad. Recuerda: Nadie da de lo que no tiene.

jueves, 9 de junio de 2011

NUESTRAS CÉLULAS

Todos necesitamos un lugar seguro para compartir sobre nuestros problemas y necesidades; para charlar sobre temas interesantes de motivación y superación personal. En la Iglesia de la Familia tenemos ese espacio para ti. Un lugar seguro de aceptación, esperanza y restauración, donde puedes compartir con verdaderos amigos para sentir apoyo, crecer, y continuar disfrutando una vida plena.



1.   SOLO MUJERES: Urb. La Luz, Francisco Salgado 457 y Abelardo Montalvo. Teléfonos: 241-6593 – 092743920. Miércoles 16h00.
2.    SOLTEROS MAYORES DE 35 AÑOS: El Batán E10-15 y 6 de Diciembre, Ed. Neuquén, frente al Colegio Benalcázar.  Teléfonos: 333-3059; 098817110. Miércoles 19h15.
3.  SOLO MUJERES: Portugal y República del Salvador.  Teléfono: 3464170 - 098534795. Viernes 18h00.
4.   PAREJAS: Sector Plaza de Toros, Alfonso Pereira N41-28 entre Isla Baltra e Isla Tortuga. Teléfonos: 243-3519; 092598769. Viernes 20h00.
5.      PAREJAS: Urb. La Luz, Francisco Salgado 457 y Abelardo Montalvo. Teléfonos: 241-6593; 099014989. Viernes 19h30.
6.      JÓVENES: Las Acacias, Beethoven entre Cptn. Rafael Ramos y Pasaje Corelli. (puerta blanca con techo rojo). Teléfonos: 240-6233; 099735589. Sábado 18h00.
7.   SOLO HOMBRES: Urb. Los Nevados, Gabriel Araujo E6-188 y Servellon Urbina. Teléfonos: 2812328 – 087768475. Miércoles 19h30.
8.   NIÑOS: Urb. La Luz, Francisco Salgado N49-202 y Abelardo Montalvo. Teléfonos: 2402416 – 092743919. Jueves 15h30.

Comunícate con nosotros al 2455659 o 084484940.

martes, 24 de mayo de 2011

SECRETOS PARA RECIBIR LO PROMETIDO


Por: Pr. David Jaramillo Burgos

Ya era un hombre viejo de casi 100 años, la Biblia describe su cuerpo como "el de un muerto", su esposa con bastantes años encima y por si esto fuera poco, estéril. ¿Te imaginas a esa pareja de ancianitos, que nunca pudieron tener hijos en su juventud? Supongo que esta pareja intentó varias veces tener un retoño pero todos los resultados a lo largo de muchos años fueron infructuosos. Seguramente la idea de tener un bebé ya hace años había dejado sus corazones, ya se habían acostumbrado a la "realidad" de la vida y lo dura que puede ser para algunas personas, y a veces hasta poco justa según nuestro parecer. De repente viene Dios a la vida de Abraham y le dice que su descendencia será tan amplia como las estrellas del cielo y que será padre de muchas gentes.

Al final podemos observar que pudieron tener un hijo a pesar de todos los obstáculos que tenían, además de lo imposible que era ya en sus mentes ese acontecimiento. Y luego vemos que la descendencia de Abraham fue muy grande y exitosa. 

Romanos 4: 17 (como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen.
    18 El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia.
    19 Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara.
    20 Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios,
    21 plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido.

¿Qué pasó en esta situación? ¿Qué fue lo que Abraham hizo para recibir lo prometido y cómo esto nos puede ayudar a nosotros?

En primer lugar, Abraham creyó la promesa de Dios. Creyó dos cosas importantes acerca de él, por un lado estaba convencido que era un Dios que daba vida a los muertos y, por otro, tenía el poder para llamar las cosas que no existían como si existieran. Llamar las cosas que no son como si fuesen implica tener condiciones y atributos únicos de Dios como Creador, como Omnisciente (sabe lo que será y ha de venir), como Todopoderoso (sabe que Él lo va a hacer) y como Omnipresente (Él estará ahí para hacerlo).

Si usted desea recibir lo prometido tiene que creerle a Dios, él no miente ni se retracta porque es Todopoderoso para hacer cualquier cosa pues no hay nada imposible para Él.

En segundo lugar, Abraham tenía que reunir condiciones para que la promesa de Dios se hiciera realidad en su vida. El libro de romanos nos dice que creyó "en esperanza contra esperanza"; es decir, a pesar de las circunstancias. No estuvo viendo su condición de anciano ni la condición débil y estéril de su esposa; al contrario, venció tres enemigos que podían robarle la bendición: venció la duda, la incredulidad y el fracaso.

No hay que mirar los problemas o las circunstancias difíciles, hay que mirar a Dios. Dios no habla duda, incredulidad o fracaso, Dios siempre habla respuestas no el problema.

Finalmente, Abraham no solo creyó sino que también empezó a declarar la promesa de Dios. Dice el sabio Salomón que las palabras tienen poder y debemos usarlas a nuestro favor como Dios lo hace (Pr. 18:20-21). Lastimosamente nosotros llamamos las cosas como son, es decir, vemos al problema, llamamos al problema y le damos tremenda importancia para influir en nuestros pensamientos, sentimientos y acciones, así el problema se convierte en el centro de nuestra vida destruyendo nuestra fe. Dios, en cambio, "llama las cosas que no son como si fuesen". Donde hay enfermedad Dios ve sanidad; donde hay problemas financieros Dios ve prosperidad; donde hay vacío Dios produce vida y gozo; donde hay confusión Dios ve claridad; donde hay fracaso Dios lo torna en éxito; donde hay heridas Dios produce sanidad emocional; donde hay opresión Dios ejecuta liberación; donde hay pleitos Dios envía paz.

¿Cuáles entonces son los secretos para recibir lo prometido?: Creer y declarar. Como dice el apóstol Pablo: "Creí, por lo tanto hablé".

Un evangelista fue a una iglesia a predicar, allí se encontraba un niño de 10 años, y le pregunta el predicador al niño: ¿Quién es tu papá? Mi papa es el mejor pastor de todo el mundo, contesto el niño. Escuchando el pastor de la iglesia al niño, le dice: Niño no digas mentiras, la verdad es que tu papa es un borracho que duerme debajo de un puente. Pero pastor, dice el niño: Usted nos ha predicado que debemos de llamar lo que no es como si es, es cierto que mi papa es un borracho, pero yo creo que el un día será el mejor pastor del mundo. Mientras tanto el niño todos los días le llevaba a su papa comida y le decía: Papa come porque necesitas fuerzas para predicar, y así pasaron los años y un día, llego aquel predicador a una iglesia grande y muy hermosa, y volvió a ver a aquel niño, nomás que el ya no era un niño sino un joven, y le pregunta el evangelista al niño: ¿Qué haces aquí en esta iglesia? Mi papa es el pastor de esta iglesia, le contesta el joven.

Yo no sé en qué embrollo estarás metido, ignoro la situación financiera frágil que estés pasando. Desconozco la situación familiar que te esté aconteciendo. Lo único que sé es que esa situación que estés viviendo, por más caótica que se pueda ver, por imposible que pudiera parecer un desenlace feliz; Dios tiene la llave que necesitas para abrir esa puerta. Dios puede transformar tu hogar, Dios puede restablecer tus finanzas, Dios puede darte salud, Dios puede darte paz y tranquilidad; solo es necesario que creas que Él lo puede hacer a través de un cambio en tu lenguaje al referirte a tu situación delicada. Desde hoy declara tu hogar sano y amoroso, aunque solo gritos y palabras vergonzosas se escuchen. Desde hoy declárate sana de esa enfermedad que te atañe, aunque el médico te haya catalogado como un paciente de pronóstico de vida reservado. Declara hoy una abundancia en tu familia, aunque no tengas empleo o estés a punto de perderlo.

No se trata de vivir engañado, no se trata de no querer afrontar la realidad; se trata más bien de creerle a Dios, de llamar las cosas que no son como si fuesen, de empezar a hablar el mismo lenguaje de tu Creador. ¿Qué pierdes? Creo que tenemos la misma palabra en mente: Nada.

 

miércoles, 11 de mayo de 2011

LA FAMILIA EN BENDICIÓN


Por: Prs. David Jaramillo & Mireya Escobar

Un hombre de cierta edad fue a una clínica para hacerse curar una herida en la mano. Tenía bastante prisa, y mientras se curaba el doctor le preguntó qué era eso tan urgente que tenía que hacer. El hombre respondió  que tenía que ir a una residencia de ancianos para desayunar con su mujer que vivía allí. Le contó que llevaba algún tiempo en ese lugar y que tenía un Alzheimer muy avanzado. Mientras acababa de vendar la herida, le preguntó si ella se alarmaría en caso de que él llegara tarde esa mañana. -No, le dijo. Ella ya no sabe quién soy. Hace ya casi cinco años que no me reconoce.

Entonces el médico extrañado le preguntó. -Y si ya no sabe quién es usted, ¿por qué esa necesidad de estar con ella todas las mañanas? Le sonrió y dándole una palmadita en la mano le dijo: -"Ella no sabe quién soy yo, pero yo todavía sé muy bien quién es ella". El doctor se contuvo las lágrimas mientras salía y pensó: - "Esa es la clase de amor que quiero para mi vida".

Tal vez en el dinero encuentres un poco de felicidad, en las amistades encuentres alegrías, en las medicinas la cura para tu enfermedad, pero el amor solo lo encontrarás en tu familia.  No importa el tipo de familia que tú tengas, Dios dice que todas serán benditas. ¿En qué formas Dios quiere bendecir a tu familia?

  1. Dios bendijo a la familia desde sus inicios: "...y los bendijo Dios" (Gn. 1:28).  Cuando Dios creó la primera pareja dio su aprobación espiritual, les mandó a formar una familia (multiplicarse), gobernar la tierra juntamente con ella y proveyó materialmente para su sustento.  Desde sus orígenes Dios pensó y soñó en las familias, eso incluye la tuya.
  2. Dios ofrece bienestar para toda tu familia: "La casa de los impíos será asolada; pero florecerá la tienda de los rectos". (Pr. 14:11). El primer requisito para que tu familia esté bien es desearlo, pero no es suficiente querer hay que esforzarse para lograrlo.  Proverbios dice que que florece la tienda de los rectos.  No puede florecer lo que no se riega y no se riega si no se ha sembrado.  Si quieres que tu familia disfrute de bienestar debes sembrar en rectitud, regar con diligencia y cosecharas grandes  satisfacciones.

  3. Dios desea una vida gozosa en tu familia: "Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu vanidad que te son dados debajo del sol, todos los días de tu vanidad; porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo con que te afanas debajo del sol". (Ec. 9:9).  Una esposa le dice a su marido: "Mi amor, hoy día estamos de aniversario de matrimonio, ¿por qué no matamos un pollo?.  El esposo le responde: ¿Y qué culpa tiene el pollo? ¿Por qué no matamos a tu hermano que fue el que nos presentó?". Lastimosamente el lugar donde peor cara ponemos es en la casa.  La madre enojada con los hijos, los hijos renegados con los padres, el esposo de mal genio con la esposa y viceversa.  Dios quiere que la alegría la encuentres en casa, con la gente que amas.  Muchas veces perdemos el gozo y la paz por detalles que no son importantes, nos olvidamos que la felicidad es el resultado de la gracia y no de la perfección.  La alegría no sólo se encuentra, también es un valor que se construye desde dentro. Y el mejor ambiente y lugar para construirlo es la familia.

  4. Finalmente, Dios promete salvación para tu casa: "Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa". (Hch. 16:31). Dios quiere salvar a tu familia de la destrucción, de la ruina, del dolor emocional, de la falta de perdón, de la traición, de la bancarrota, de la condenación eterna.  Dios quiere que disfrutes el amor y la unidad en tu familia no solamente en este mundo, sino también por la eternidad. Es su promesa que si crees en él será salva toda tu familia, solamente debes tener Fe.
Estaba golpeado y marcado y el rematador en una subasta pensó que por su escaso valor, no tenía sentido perder demasiado tiempo con el viejo violín, pero lo levantó con una sonrisa y grito: -¿Cuánto dan señores? ¿Quién empezará a apostar por mí? -Un dólar, un dólar- alguien replicó, después dos dólares. -¿Sólo dos? -Dos dólares y ¿quién da tres?, tres dólares, a la una; tres dólares a las dos; y van tres…



Pero NO, desde el fondo de la sala un hombre canoso se adelantó y recogió el arco; luego, después de quitar el polvo del violín y estirado las cuerdas flojas, las afinó y tocó una melodía pura y dulce como un coro de ángeles.

Cesó la música y el rematador, con una voz silenciosa y baja dijo: -¿Cuánto me dan por el viejo violín? y lo levantó en alto con el arco.



-Mil dólares y… ¿quién da dos? -¡Dos mil!, ¿Y quién da tres? Tres mil a la una, tres mil a las dos; y se va y se fue. La gente aplaudía, pero algunos decían: "No entendemos bien, ¿qué cambió su valor?".



La respuesta no se hizo esperar: "¡La Mano del Maestro!" 



Tu familia necesita La Mano del Maestro, sólo Dios puede ordenar tu vida y tu familia, y hacer placentera tu estadía en ella. Dios es el autor de la familia y sólo el puede hacer que sea una familia en bendición.

domingo, 1 de mayo de 2011

RIESGOS QUE VALEN LA PENA


Por: Pr. David Jaramillo Burgos

El famoso dramaturgo francés Pierre Corneille dijo lo siguiente: "Conquistar sin riesgo, es triunfar sin gloria". Definitivamente el riesgo hace que la victoria sea mucho más gloriosa y sabrosa. Cuando revisamos la Biblia nos damos cuenta de que Dios siempre anima a sus hijos a correr riesgos, así fue con Moisés, Josué, David, Isaías, Jeremías y otros.



El libro de Josué, capítulo 15, nos cuenta la historia de un hombre llamado Otoniel que corrió el riesgo de aceptar el desafío de conquistar una ciudad para ganarse un amor, prosperidad y renombre. 16 Y Caleb dijo: "Al que ataque a Quiriat Séfer y la tome, yo le daré a mi hija Acsa por mujer." 17 Otoniel, hijo de Quenaz, hermano de Caleb, la tomó, y él le dio a su hija Acsa por mujer. 18 Y cuando ella vino a él, éste la persuadió a que pidiera un campo a su padre. Ella entonces se bajó del asno, y Caleb le dijo: "¿Qué quieres?" 19 "Dame una bendición," respondió ella; "ya que me has dado la tierra del Neguev, dame también fuentes de agua." Y él le dio las fuentes de las regiones altas y las fuentes de las regiones bajas.

Otoniel representa a la gente arriesgada, él no se conformó con ser uno más del pueblo, quería trascender, deseaba destacarse entre los demás pero para eso tenía que luchar. De la misma manera, cualquiera de nosotros que quiera avanzar, conquistar y crecer debe arriesgarse.


  1. Arriésgate a tener pensamientos de abundancia: Otoniel pensaba más allá de la hija de Caleb, él pensaba en tierras para labrar, manantiales y la herencia de ser el Juez de Israel. Si quieres ser grande tienes que pensar en grande, no te conformes con poco porque el Señor tiene para ti bendiciones SOBREABUDANTES.
  2. Arriésgate a pelear por tu bendición: Quiriat Séfer era para Otoniel símbolo de felicidad y de prosperidad. Estas cosas no van a venir a ti por sí solas, son cosas por las que tú tienes que salir a pelear y al igual que Otoniel debes tener la seguridad de que las vas a conquistar
  3. Arriésgate a ser sagaz: Lucas 16 nos cuenta la historia de un mayordomo que fue acusado de administrar mal los bienes de su amo, cuando supo que lo iban a despedir actúo astutamente. "El mayordomo se puso a pensar: ¿A qué podré dedicarme ahora? Me faltan las fuerzas para trabajar la tierra, y pedir limosna me avergüenza... ¡Ah!, ya sé lo que he de hacer: rodearme de amigos que me reciban en sus casas cuando salga de aquí. Invitó entonces a que le visitaran algunos que debían dinero a su amo. Al primero en acudir le preguntó: ¿Tú cuánto le debes? Él le contestó: Cien barriles de aceite. El mayordomo le dijo: Eso es. Pues mira, aquí tienes tu recibo: rómpelo y escribe otro por solo cincuenta barriles. Al siguiente le preguntó: Y tú, ¿cuánto le debes a mi amo? Él dijo: Cien medidas de trigo. En efecto, y aquí está tu recibo. Pues escribe otro por solo ochenta". Al final de la parábola Jesús dice: "yo os digo que uséis vuestras riquezas actuales para hacer amistades en el tiempo presente y ser luego recibidos en las moradas eternas". Jesús no alabó la mentira sino el método. Te animo a ser sagaz, invierte en relaciones, en conocer gente, júntate con la gente de afuera, haz amigos a través de tu trabajo y de tus estudios para conquistarlos y bendecirlos.
  4. Arriésgate a profundizar tu relación con Dios: El Señor le dijo a Josué, "Lo único que te pido es que tengas mucho valor y firmeza, y que cumplas toda la ley que mi siervo Moisés te dio. Cúmplela al pie de la letra para que te vaya bien en todo lo que hagas. Repite siempre lo que dice el libro de la ley de Dios, y medita en él de día y de noche, para que hagas siempre lo que este ordena. Así todo lo que hagas te saldrá bien". (Jos. 1:7-8). Cuando buscas a Dios, te nutres de su palabra y tus pensamientos buscan agradarle a él; entonces, él te bendice para obtener la victoria.
  5. Arriésgate a hacer cosas nuevas, a hacer algo por primera vez: A Jorge Luis Borge se le atribuye el siguiente poema: "Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más errores, no trataría de ser tan perfecto, me relajaría más, sería más tonto de lo que he sido, de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad, sería más desprolijo, correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos, iría a más lugares que no he ido, comería más helados, tendría más problemas reales y menos imaginarios, yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente cada minuto de su vida, claro que tuve momentos de alegría pero si pudiera volver atrás, trataría de tener solamente buenos momentos por si no lo saben de eso está hecha la vida, solo de momentos, no te pierdas el ahora, yo era uno de esos que nunca iba a ningún lado sin un termómetro, una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas, si pudiera volver a vivir viajaría más liviano, comenzaría a andar descalzo a principios de la primavera y seguiría descalzo hasta concluir el otoño, daría más vueltas en calesita, contemplaría más atardeceres, jugaría con más niños, pero ya ven tengo 85 años y sé que me estoy muriendo".
Muchas veces no solo debes arrepentirte de lo que hiciste mal, sino también, de lo que no hiciste. Hay una bendición que te está esperando, una bendición de amor, de prosperidad y de renombre. Vale la pena arriesgarse por la familia, vale la pena arriesgarse por alcanzar la felicidad y la prosperidad; así también, vale la pena arriesgarse por tu herencia espiritual. Levántate, créele a Dios, arriésgate y obtendrás una gloriosa victoria.


(Sermón predicado al equipo piloto de la Iglesia de la Familia).

¿QUIÉNES SOMOS?


La Iglesia de la Familia es una comunidad celular que tiene como enfoque el edificar las familias de nuestra sociedad, ya que es la institución más importante creada por Dios y es donde hemos puesto nuestros esfuerzos para levantar una generación de personas que no solamente creen en Dios y en su Palabra sino que sean ejemplo y modelo en todos los aspectos de su vida.

Creemos que la iglesia debe ser divertida, emocionante y relevante, pero al mismo tiempo un lugar de esperanza, restauración y de crecimiento en todos los ámbitos de la vida. 

Creemos en el impacto que tienen las "células" en los hogares. Por eso capacitamos a nuestros miembros en el enfoque de ir a cada hogar, a cada barrio y urbanización para presentar el evangelio de Cristo en nuestra Ciudad y el País.

Creemos que la Iglesia es un lugar seguro, de aceptación, de cambio de vida, de empoderamiento, y mucha alegría! Nuestro deseo es que usted se sienta amado y aceptado, y para encontrar una familia con nosotros. 

La IDF es algo más que una iglesia. Somos una comunidad de personas que tienen una pasión para llegar a nuestra ciudad, el cambio de nuestra nación, y tocar el mundo con el mensaje de esperanza que se encuentra a través de una relación con Jesucristo.